Hablamos, pero también escuchamos

Hablamos, pero también escuchamos

Cada vez que explico mis cosas, estoy regalando a los que me escuchan todas mis experiencias. Cada vez que escucho a una compañera o compañero, estoy recogiendo un buen regalo. Para mantener las conversaciones correctamente, esperamos que terminen para comenzar a hablar nosotros.

En nuestra familia pasa lo mismo: hemos de escuchar lo que nos dicen, y también nos han de escuchar a nosotros.